¿Qué es la lumbalgia?

El lumbago, o lumbalgia, refiere al dolor que se siente en la región lumbar. Se puede presentar como rigidez en la espalda, disminución del movimiento de la región lumbar y/o dificultad para pararse derecho. Esta región es la más afectada ya que es la que sostiene la mayor parte del peso del cuerpo.

El lumbago es causado, con frecuencia, por una lesión en los músculos y ligamentos que sostienen la espalda. El dolor puede ser presentarse como espasmos musculares o distensión/desgarro en músculos y ligamentos.

¿Cuáles son los factores de riesgo para padecer lumbalgia?

Aunque todos podemos padecer de dolores lumbares, estos factores pueden aumentar tus posibilidades de padecer lumbalgia:

  • Edad
    Es más común a medida que se envejece, a partir de los 35 – 40 años.
  • Falta de ejercitación
    La poca o nula ejercitación de los músculos de la espalda y abdomen pueden provocar dolores.
  • Sobrepeso
    El exceso de peso corporal puede representar una gran carga para la espalda y los músculos lumbares.
  • Enfermedades prexistentes
    La artritis y algunos tipos de cáncer contribuyen al dolor de espalda.
  • Levantamiento de objetos de forma inadecuada
    Cuando se usa la espalda en lugar de las piernas, los músculos lumbares pueden sufrir daño.
  • Tabaquismo
    El fumar puede provocar tos o una hernia de disco y dolores lumbares. Además, el fumar reduce el flujo de sangre hacia la columna.
  • Hacer ejercicio.
  • Desarrollar fuerza y flexibilidad muscular.
  • Mantener un peso saludable.
  • Dejar de fumar.
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¿Cuándo debo de visitar a un doctor?

El dolor del área lumbar puede mejorar progresivamente si se tiene el tratamiento adecuado y el cuidado personal indicado. Debes de ponerte en contacto con tu médico de cabecera sí:

  • El dolor persiste después de dos semanas.
  • El dolor se extiende al área de las piernas; especialmente, si este se prolonga por debajo de las rodillas.
  • El dolor aparece después de una caída, mal levantamiento de objetos o cualquier tipo de lesión.
  • Las piernas presentan debilidad, entumecimiento u hormigueo (ya sea una o ambas).
  • El dolor de espalda problemas de vejiga o intestino; padecimientos que antes no existían.
  • El dolor es intenso y no mejora con descanso.