Diabetes e Hipertensión

La diabetes mellitus es una enfermedad que ocurre cuando los niveles de glucosa o azúcar en la sangre se encuentran elevados (hiperglucemia). La hiperglucemia es causada porque el páncreas no produce insulina o por la resistencia de las células a la acción de la misma, o bien una combinación de ambas. 

La Diabetes Mellitus es una enfermedad silenciosa que muchas veces pasa desapercibida ya que no se presenta ningún síntoma, sin embargo, esto no quiere decir que no se tengan complicaciones a corto plazo (agudas) y largo plazo (crónicas) a partir de la misma. Entre las complicaciones más frecuentes e importantes de la diabetes se pueden mencionar las enfermedades cardiovasculares.

Existe una relación directa entre la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, ya que 2 de cada 3 personas que padecen diabetes tienen algún tipo de complicación cardiovascular. Las enfermedades más frecuentes del corazón a causa de la diabetes mal controlada son: insuficiencia cardiaca, enfermedad arterial periférica y accidente cerebrovascular.  Así mismo, la diabetes también se encuentra relacionada con la presión arterial alta y niveles de colesterol elevados, lo cual ocasiona un mayor riesgo de padecer las complicaciones cardiovasculares.

La presión arterial alta o también llamada hipertensión (HTA), es una condición en la cual la sangre fluye con más fuerza de lo normal a través de los vasos sanguíneos. La hipertensión puede llegar a dañar estos vasos y aumentar el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e incluso problemas a nivel renal.

La prevalencia mundial de la hipertensión se ha estimado en 1.130 millones, sin embargo, se calcula que el número de personas con hipertensión podría aumentar hasta en un 15-20% para el año 2025. En el caso de la diabetes, según el Atlas de la Diabetes, de la Federación Internacional de Diabetes (International Diabetes Federation, IDF) se estima que en el 2019 aproximadamente 351,7 millones de personas padecían diabetes y se estima que el número de personas con diabetes pueda incrementar a 417,3 millones para el año 2030 si las personas no modifican sus hábitos y estilo de vida.

La presión arterial alta (hipertensión o HTA) se define como una presión mayor o igual a 140/90mmHg medida durante una consulta en clínica. Se utiliza la misma clasificación para jóvenes, adultos de mediana edad y de tercera edad. La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), clasifica la presión arterial de la siguiente manera:

Esta clasificación de la presión arterial se define según las cifras medidas de la presión en la consulta.

¿Cómo medir correctamente la presión arterial?

  • Reposo previo a la medida
  • El paciente debe estar sentado y relajado
  • No hablar durante la medición
  • Realizar varias mediciones
  • Medirse en la parte superior de ambos brazos
  • Los medidores de presión arterial deben de estar validados según protocolos estandarizados
  • No tener un control de glucosa adecuado
  • Tabaquismo
  • Sedentarismo
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Alimentación alta en alimentos ultra procesados (elevado consumo de sodio, grasa y azúcar). Por ejemplo, las sopas instantáneas, comida rápida, cereales refinados, bebidas carbonatadas y altas en azúcar.
  • Asistir con un cardiólogo y seguir el tratamiento farmacológico
  • Mantener una alimentación balanceada
  • Reducir el consumo de sal
  • Preferir el uso de condimentos naturales para preparar las comidas, como por ejemplo el ajo, cebolla, albahaca, orégano, pimienta, laurel, tomillo, entre otros.
  • Mantener un peso saludable y porcentaje de grasa corporal en rangos saludables
  • Limitar el consumo de alcohol
  • Evitar el consumo de tabaco

Si padeces de diabetes, un factor fundamental en el tratamiento y en el control es medir el nivel de glucosa o azúcar en la sangre; debes aprender a monitorear y controlar el nivel de glucosa ya que este cambia a menudo, la mejor manera de hacerlo es medirla las veces que el tipo de diabetes lo amerita. 

La Asociación Americana de la Diabetes (ADA) recomienda la cantidad de veces mínima que debes medirte según el tipo de diabetes: 

  • Diabetes tipo 1: medirse mínimo 3 veces al día. 
  • Diabetes tipo 2: medirse mínimo 3 veces por semana.

También sugiere los rangos de glucosa ideal para mantener la diabetes contralada:  

  • 80-130 mg/dl antes de las comidas (en ayunas) 
  • Menos de 180 mg/dl, 2 horas después de una comida 

En cuanto a la hipertensión, se recomienda que el primer objetivo para las personas con diabetes sea un plan individualizado, sin embargo, se recomienda disminuir la presión a <140/80mmHg con la intención de alcanzar una presión sistólica de 130mmHg y evitar que la presión baje de 120mmHg. Para los pacientes mayores de 65 años el objetivo es mantener la presión entre 130-139/80mmHg.

Es de gran importancia tomar en cuenta los siguientes factores para disminuir el riesgo de las complicaciones cardiovasculares: 

  • Mantener la Hemoglobina glicosilada en rangos adecuados idealmente menor a 7%. 
  • Visitar al cardiólogo mínimo 1 vez al año
  • Seguir el tratamiento farmacológico tanto para mantener los niveles de glucosa en sangre, como los niveles de presión arterial controlados
  • Realizar automonitoreo de glucosa capilar, ya que un mayor número de mediciones de glucosa capilar se asocia a una menor hemoglobina glicosilada y a un menor riesgo de complicaciones
  • Mantener en rangos adecuados el colesterol total, triglicéridos, colesterol HDL y LDL, ya que niveles altos de colesterol podrían obstruir las arterias e incrementar el riesgo cardiovascular
  • Mantener una alimentación saludable, limitando el consumo de alimentos ultra procesados altos en sodio, grasa y azúcar
  • Realizar actividad física de manera regular

La alimentación saludable es un pilar fundamental para un buen control de la diabetes e hipertensión, ya que complementadas con el tratamiento farmacológico y hábitos de vida saludables como realizar actividad física, nos permitirán mantener los niveles de glucosa y presión arterial controlados y de esta manera poder prevenir o retrasar las complicaciones a largo plazo de ambas condiciones. 

Alimentarnos de manera saludable nos ayuda a: 

  1. Mantener los niveles de glucosa, presión arterial y colesterol dentro de los valores deseados. 
  2. Mantener un peso y porcentaje de grasa corporal en rangos saludables
  3. Nos aporta vitalidad y energía para realizar nuestras actividades diarias.

Recomendaciones alimentarias para el control de la diabetes e hipertensión:

  • Disminuir el consumo de alimentos ultra procesados altos en sodio, grasa saturada y azúcar
  • Consumir al menos 5 porciones de frutas y/o verduras al día
  • Utilizar aceites vegetales
  • Limitar el consumo de bebidas altas en azúcar
  • Limitar el consumo de carnes rojas

Se puede disminuir riesgo de enfermedad cardiovascular en personas que padecen diabetes al controlar la presión arterial alta, manteniendo en rangos adecuados la glucosa en sangre y manteniendo el colesterol y triglicéridos en rangos óptimos.

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